Las vacaciones fueron un éxito completo, desde la salida de la megápolis (DF-MX) el sábado 8, todo estuvo de lo mejor. Sólo tres horas y llegamos a Ixtapan del Oro a muy buena hora para almorzar y descansar recostado en la hamaca en la sombra del corredor de la casa. Poca familia en estos días pero los preparativos para recibir al contingente familiar se inician.
El domingo más descanso y algo de lectura para no caer en el tedio de no hacer nada.
Lunes y de caminata al ?salto?. Xavier, Melissa y su amiga Sacnicte listos para meterse a la cascada para refrescarse del intenso calor. Afortunadamente hay poca gente, eso facilita jugar un poco y refrescarse en el agua helada. Más tarde caminata por el río para que se cansen un poco. Regresamos al pueblo con las ni?as heridas por ara?azos y piquetes de mosquitos, ampollas en los pies y demás heridas típicas de la falta de costumbre al caminar por el cerro.
Martes y buen día para ir a la parte desconocida del río, en esta ocasión sólo llevo a Xavier porque considero peligroso llevar a las ni?as. Un resbalón por ese ca?ón y la caída puede ser de 100 metros o más. Una muerte segura! Ya en el fondo del ca?ón caminamos un poco por el río entre múltiples caídas de agua y peque?as cascadas. Exploramos un poco y nos ba?amos en una poza natural que encontramos junto a un puente de más de 100 a?os. Como siempre el agua está helada!
Ya está listo el plan para recorrer los 9 kilómetros del ca?ón, así que alisten equipos ni?as del grupo de ?sucias?. Rapel en caídas de agua de seis a veinticinco metros. Muchas piedras (buenos tobillos requeridos), buena condición física y muchas ganas de divertirse. Todo es cuesta abajo! Seguramente Diego, Gerardo y yo haremos un recorrido previo para asegurar la ruta. Las mantendré informadas. Por razones de seguridad, a más tardar a finales de mayo debemos hacer el recorrido. Ya en los meses de lluvia es muy peligroso porque el río puede crecer mucho de un momento a otro y seguramente la pasaríamos muy mal.
Miércoles visita a la familia en Zitácuaro, como siempre las visitas fueron muy amenas y agradables. Quedamos con algun@s prim@s y sobrin@s de vernos jueves o viernes en Ixtapan.
Jueves comienza a llegar el componente familiar y la casa se llena de bullicio y actividad, unos haciendo la nieve, otros preparando la comida. Las directoras de la orquesta (las que quedan de la segunda generación) se encargan de organizar todo. Casi se logra reunir entre las que estaban presentes (5 tías) 500 a?os de experiencia! Sólo faltó la tía Concha ya que por razones propias de la edad no se logró traer al pueblo. Hubiera bastado y sobrado para los 500 a?os!
Viernes, el pueblo esta lleno de gente, no hay espacio para un puesto mas, mucha comida y antojitos de todo tipo se encuentran en las calles. La familia aumenta al llegar más elementos. Algunos llegan con cervezas y otros con brandy? se ambienta el día. Por la noche Diana y yo vamos la zona de camping para visitar a su hermano, los encontramos medio ?happys? y les ayudamos a terminar con sus reservas de vino. La noche se torno bohemia, guitarras, canciones y fogata. Mi sobrina Diana se agrega al grupo de ?las más sucias? sin mayor problema, pronto llevaremos a cabo su ceremonia de iniciación je je je.
Xavier también renueva su amistad con las amigas que conoció el a?o pasado. Melissa y Sacnicte al fin comienzan a llevarse mejor con los primos en lugar de pelear con ellos, para la noche ya les permiten dormir en la misma recamara. Amanecen el sábado tan contentas que ya no se quieren regresar a la ciudad pero el plan para el regreso ya está hecho. El regreso es imperativo para no tener problemas de tráfico en las carreteras.
Sábado y regreso a la megapolis, con muy buen tino escogemos una hora temprana y encontramos la carretera vacía, tres horas y llegamos a la ciudad capital a muy buena hora para que los crios lleguen a su casa a comer. Por mi parte un buen descanso y dar fin a la semana de vacaciones.
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