martes, agosto 15, 2006

Vacaciones familiares

Las vacaciones estuvieron muy agradables, mis expectativas para hacer un recorrido más largo fueron demasiadas. El viaje se circunscribió al estado de Oaxaca solamente.

El sábado 29 salimos de la capital más o menos a las 15:00, la intención era llegar a la ciudad de Oaxaca temprano por la noche. Craso error de cálculo, cruzar la ciudad desde el poniente para salir por la carretera que lleva a Puebla nos tomó mas de 2 horas. El desorden vial es provocado por los microbuseros en el entronque de Ignacio Zaragoza con la carretera que sale a Puebla y la que va a Los Reyes la Paz. Es increíble que las autoridades viales permitan este desorden, la fila de autos es kilométrica por todo Ignacio Zaragoza.

El resto del camino hasta la ciudad de Oaxaca transcurre sin más demoras y llegamos todavía a buena hora para cenar. Ya no es una sorpresa para nosotros que nos íbamos a encontrar con la ciudad tomada por la gente del magisterio. Todo estaba calculado y tal como lo imaginé, hasta en los hoteles nos hacían descuentos. La casi siempre llena ciudad estaba muy lejos de tener el turismo habitual en esta temporada.

Unos pocos turistas y oaxaque?os tomaban el café en los establecimientos del centro, las calles con barricadas que impiden que cualquier vehiculo pase al centro histórico de la ciudad. Las canteras de los edificios grafiteadas (Imagínense como se va a limpiar la superficie porosa de la cantera, pintada con spray) con letreros (plagados de faltas de ortografía) escritos por los maestros y en contra del Gobernador, las calles sucias y los ambulantes haciendo su agosto ya que muchos comercios formales están cerrados.

Pobre México, ahora si está jodido.

Para pasar el mal rato de ver monumentos coloniales pintarrajeados, nada mejor que cenar unas tlayudas con tasajo, caminar un poco y descansar.

El domingo temprano nos fuimos al mercado a desayunar, como siempre todo estuvo exquisito. Más tarde fuimos a la zona arqueológica de Montealbán; Xavier, Marisela y yo lo disfrutamos bastante, no así Melissa que traía una cara larga porque decía que su idea de vacacionar no era precisamente viendo ruinas arqueológicas. Allá ella y su incultura galopante.

Por la tarde un recorrido carretero para visitar Mitla (je je je más ruinas), Santa María del Tule y finalmente Oaxaca. Una caminata por el centro para llegar hasta el templo de Santo Domingo. Por la noche cena con antojitos típicos y a dormir.

El lunes nos enfilamos hacia Pochutla para de ahí ir a Mazunte, una buena cena y noche tranquila en las caba?as de siempre.

El Martes un poco de playa, posteriormente Marisela y yo fuimos a Pochutla. Dejamos a Melissa y Xavier en Mazunte para que se divirtieran solos un rato. Ya en la tarde nos fuimos a buscar playas que no conociéramos, la primera que intentamos llegar fue a Bahía Tembo pero solo logramos avanzar como un kilómetro en una brecha en muuuy malas condiciones. Decidimos continuar la búsqueda en otros lugares y llegamos a Bahía San Agustín. 12 kilómetros de terracería en muy buenas condiciones nos llevan a la playa, buscamos una palapa alejada de donde estaba la mayor cantidad de gente y acampamos. La playa está excelente para nadar porque no hay olas grandes, esta muy limpia y transparente el agua. La comida en la palapa muy bien preparada y sabrosa.

El miércoles fuimos a Huatulco para que Xavier y Melissa conocieran el lugar y de paso a buscar una playa que nos habían recomendado. Espectacular la playa! Lo único malo es que para llegar (a pie como 500 metros) hay que atravesar una zona de bosque espeso y con millares de mosquitos. Solo corriendo logramos evitar un poco ser victimas de tan feroces insectos, algunas personas que no podían correr si sufrieron decenas de piquetes cuando las nubes de mosquitos (Dengue, Malaria, Paludismo, etc.) los atacaron al ir caminando. La ropa no servia de gran cosa pues la atravesaban con facilidad. Melissa y Marisela se salvaron de esto porque ellas nos esperaron en el auto. Por la tarde regresamos a San Agustín para cenar y descansar.

El Jueves emprendimos el regreso a la capital, en esta ocasión nos recomiendan en la palapa un camino que nos ahorraría un par de horas. La carretera pavimentada nos lleva de Santa María Huatulco a Pluma Hidalgo y de ahí a Copalita ya en el entronque con la carretera Pochutla ? Oaxaca. Llegamos a Pluma Hidalgo y aprovechamos para hacernos de unos kilos de café (el café de está región se considera que es el mejor de México y uno de los mejores del mundo). Salimos de Pluma Hidalgo para recorrer un tramo de terracería y entroncar con la carretera a Oaxaca. La terracería esta en mal estado por las lluvias pero hay maquinaria y peones trabajando, la ventaja es que nos toca de bajada, eso nos hace mas fácil pasar entre arroyuelos y cascadas que se forman a la orilla o encima de la vía. Si nos hubiera tocado de subida, el Coche de Marisela no habría podido subir, la pendiente y el lodo muy resbaloso estaban imposibles para un auto tan bajo.

Finalmente salimos de la brecha y seguimos por la carretera hacia Oaxaca, cruzamos la ciudad y por la autopista rápidamente llegamos a la carretera que viene de Veracruz a Puebla para llegar por la tarde a la ciudad de México. En resumen las vacaciones estuvieron muy tranquilas y agradables, logramos conocer algunos sitios bellísimos y disfrutamos (no todos) las ruinas arqueológicas.

Los detalles de kilómetros recorridos, horas de manejo, hospedaje, precios y demás datos los encontraran en el blog de Xavier http://yoyoyoysolamenteyo.spaces.live.com